Nunca sudé tanto para ver al Espanyol...

Como alguno ya sabrá, el sábado de hace un par de semanas me lesioné. O mejor dicho, me lesionaron.

Todo empezó la tarde del sábado 12 de este mes. Tenía que jugar un partido con el C.F. Montornés contra la Molletense en un campo que no se podía jugar debido a los charcos que había por culpa de la lluvia que estaba cayendo. Ni nuestro entrenador ni el árbitro querían jugar, pero al final se empezó (y se acabó).

Empezamos perdiendo a los cinco minutos del comienzo del encuentro (1-0), pero poco antes de terminar la primera parte un "nuevo fichaje" marcó el gol del empate, para sentenciar el partido (1-1). De momento todo iba de coña hasta que empezó la segunda parte. Entonces, ellos, como habían ganado a los primeros, y contra nosotros (que estamos décimos) no podían, se pusieron nerviosos y empezaron a dar golpes. El número 10 de los contrarios tuvo que ser expulsado a la primera. Yo le quité la pelota, el 10 se giró, y me hizo una segada por detrás en tobillo izquierdo (mi pie bueno). Creo que me dobló el tobillo. Según mi madre volé. Pegué un grito... y yo no soy de los que exageran como, por ejemplo, Diego Capel... Me doló muchísisisisimo (superlativo de los superlativos). Solo al caer ya supe que no podía continuar jugando, así que pedí el cambio.

El día siguiente, al ver que casi no podía ni apoyar el pie, me llevaron a la mutua. Total, que tenía un desplazamiento del hueso del crecimiento (Epifisiolisi Peroneodistal) y que tenía que estar entre siete y diez de reposo con yeso y muletas.

Ese mismo día jugaba el RCDE contra el Depor. El camino desde el autocar de Pericos Montmeló hasta mi (antigua) puerta era, para mí, una odisea. Subí a la zona de peñas con mis padres, porque con tantas avalanchas en La Curva no era seguro para mi tobillo. Era el primer día de toda mi vida que llevaba muletas y, encima, hacía el Sol se había despertado con ganas de hacer sudar a la gente. Tuve que secarme la gota gorda cada cinco minutos (o incluso menos). Nunca sudé tanto para ver al Espanyol... sino que os lo digan mis padres. Me dolían las manos de tanto caminar con muletas. Encima tuve que subir al piso de arriba (porque la zona de peñas está en la grada de arriba). Camino, Sol y escaleras... ¡¡¡¡puufff!!!! Y encima me perdí el gol de Verdú. Me lo tuve que perder, sino el autocar me dejaba allí.

Teóricamente tenía que ir al traumatólogo el lunes de esta semana, pero no me dieron hora hasta hoy. Así que esta mañana me he saltado el cole para que me quitaran el yeso. Ahora puedo caminar bien. Pero eso sí, el moratón no me lo quita nadie, porque tengo unos morados en los dos lados de mi pie izquierdo... que no veas. Al final tengo que estar otras dos semanas de reposo... T.T